Él caminaba pensándose coquistador. Creía que sus pasos iban marcando nuevos territorios, que las piedras perdían su virginidad al ser tocadas por sus cotidianos zapatos. Como si fuesen tierras desconocidas las que transitaba. Ella recordaba cada tramo, pero él no quería entregarse a la idea.
Habían entregado todo hace pocos kilómetros sin importar la vista de algún desubicado turista, los dos temblaron por turnos. Hicieron la ruta de los demás mortales, aunque trataron de marcar su propio camino para justificar su ego desmedido.
Ya había pasado el intercambio. Ahora buscaban algo que los separe. El descubría ese paraje, casas, metales, carteles, un común barrio con un escenario montado para impresoonar a los descuidados. Él era eso, un descuidado. Tras virar una esquina la realidad, se acabab el montaje y la absurda rutina de un pueblo cualquiera emergía lastimando su olfato.
Son esos cinco minutos de magia los que dan vida al relato. El sentimiento de ser único, primero, pionero. Eso eleva a toda alma de la futilidad de ser a la granduosidad de un amante, uno secreto pero imponente. Así justificaba el viaje, el riesgo y cualquier otro pretexto sin importancia. Era él un dios en ese momento.
Meses después entendería que fue el extra de turno en una obra condenada a las repeticiones eternas. Un actor que fracaso en su intento de dar significados de trascendencia ante la escena. Pobre títere que con el ideal de la improvisación pasaba lista en la prueba de evaluación. Si quería ser de ella debía actuar esa escena ya sin sentido del trayectovde las rieles y la estación secreta.
Nadie duda que su momento en escena fue grandioso y que dio todo de sí, hasta ella supo que era genuino. Probablemente de mejor desempeño que el anterior. ¿Prueba superada? Al menos mientras tuvo la idea de ser único lo tomó como un momento inolvidable, después simplemente pasó a la colección de sonrisas desteñidas de la memoria. Él ahí sintió amor aunque se lo hayan prohibido las reglas del cómplice juego, ese que sería la perdición de los dos.
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