...a veces el silencio es mejor medio de comunicación...
Disertando sobre acciones y conceptos intenté descubrir algo nuevo en el mundo. Muchas veces nos quedamos perdidos en el mundo de las ideas, tratando de analizar las razones y motivaciones e incluso los métodos adecuados para cada pequeña cosa en la vida, y divagamos sin sentido aparente. Nos olvidamos de la otra dimensión, la de las acciones... Y, sí existe una estrecha relación entre estos dos campos: una buena acción/mensaje será mucho más efectivo si el concepto/motivación detrás de él es claro. Y esto se lo lleva al nivel sentimental. Dejamos pasar las cosas y las palabras por tratar de definir cosas indefinibles y pasamos de lado las pequeñas obras que reflejan esos razonamientos intrínsecos. El equilibrio perfecto es cuando alineas las dos puertas: lo subjetivo y lo objetivo, -algo asi como concepto: "yo quiero", acción: "lo consigo"-.
Así he perdido mi vida muchas ocasiones... Y es cuando interviene una de las partes incongruentes de mi vida, soy malo para planificar mi tiempo -ergo, mi vida-, pero a veces dedico demasiado tiempo en sistematizar procesos y métodos de accion de ciertas cosas -cómo ordenar las barajas de un naipe y cuál es la forma más rápida de hacerlo-. Así sucede en el campo cardíaco -entiéndase sentimental-, divago en las razones, los pros/contras de tal o cual actitud, la forma de reaccionar, etc., etc., y llegado el momento me pierdo en un mundo neuronal -hoy experimenté una replica de este proceso en un bus-.
Entonces, pienso que las barreras de auto-defensa ante los estímulos externos no son en el corazón; son en el conducto "cardio-neuronal". Al taponar esta transmisión uno no puede proseguir. ¿Y ahora qué? Si es mental, entonces es personal -romper ataduras-, pero el taponamiento necesita de dos vías para desaparecer... Y creo -lo propongo- que el proceso sentimental es un poco más externo que interno -de ahí la eterna necesidad humana de ternura-cariño (etc.) como para sentirnos vivos-.
En todo caso, la auto-confianza, auto-estima, y auto-conciencia -procesos psicológicos- son completamente individuales y requieren de una decisión. Siendo este el afamado 50% de la solución. Ese es el tema de conceptos/motivaciones. Una vez que este nivel esta curado asertivamente, las acciones -fruto de ideas acertadas- serán coherentes con la mente.
Cuando se logra este equilibrio una acción tan simple como el silencio, se vuelve en un proceso casi terapéutico de bienestar mutuo. Surge la necesidad de compartir un silencio enriquecedor. Y no hablo de cursilerías sobre las miradas que lo dicen todo o la telepatía sentimental -que pueden ser ciertos... sí lo son-; es algo un poco más primitivo: volver a la incomunicación temporal para fijar la atención en otras cosas. Las palabras son útiles -muchas veces-, pero también son mortales -muchas otra veces-.
De ahí la idea de la sinergia del silencio. No esperar nada y solo disfrutar de la presencia, sin distracciones ni hipocresías -el silencio, a diferencia de las palabras, no puede mentir-. El concepto es "contar con alguien"; la acción correspondiente -solo bajo ciertas características- será "silencio", como una forma de mutua edificación y de encuentro.
Enjoy the silence...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
ausente(s) presente(s)...