viernes, 15 de agosto de 2014

voltear

¡Qué ganas de voltear y estirar mi mano para tocar su rostro con la caricia menos sutil del planeta a fin de sacudir su juicio! ¿Con qué atributos juzgas lo que no conoces? Pues, me dejaste con el dolor en la mano sin haberte tocado. Dime todas esas palabras, sácalas de ti, inyecta tu veneno en mí. A mi me alimentas para poder enfocarme y no desperdiciar energías en lo "desechable". Si no he muerto antes, no pienso herirme hoy.

¿Acaso debo imaginar yo que con cada una de tus contradicciones encuentras la fuerza de culpar a otro? Te advierto que es la última cachetada que aceptaré de ti. No te permitiré dañarme más, ni con tus palabras de amor cósmico, ni con las complejidades efímeras de entender tu lugar en el planeta.

No te pedí esto por lo tanto no tengo razones para recibirlo. Guárdate tus palabras y tus teorías, te lo pido. Ni soy lo que viste en mí, ni pretendo ser lo que esperas que sea, ni seré lo que dijiste que fui. Borras con esto la imagen de brillo que proclamas poseer. No intentes posar sobre mí la culpa de no definir lo que pretendes, más aun cuando ya lo habías definido.

Suerte en tu camino. Disfruta de tus deseos, vicios y oficios. No interrumpo más con tus propias inseguridades. Vivo las mías sin que las puedas reconocer o siquiera evidenciar. Básicamente, no te incumben.

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