ALGO ASÍ

Algo así como una tortura psicológica por puro placer, como morderte los labios solo por sentir los pellejitos, saber que está mal, desde uno que otro punto de vista, pero no detenerte.
Algo así como dejar que un encuentro casual, de procedencia posiblemente imaginaria, te haga bajarte del bus antes de tu parada por seguir un rastro que sabes que termina en nada, pero seguir con el plan hasta el último segundo, abrir los ojos y saber que así fuera real no tienes las palabras para continuar.
Algo así como ver en la pantalla un personaje invisible a los demás que dentro de ti provoca caos y emociones cruzadas, mientras los demás ven héroes perdidos o trabajadores místicos, tu ves una señal que pretende cerrar un círculo en tu interior.
Algo así como por miedo a las reacciones no dejarte llevar por eso de la tercera es la vencida, o como reconocer que el daño está hecho y los discursillos preparados frente al espejo no pueden cerrar la herida, o talvez si puedan, pero piensas que no lo harán.
Algo así como tener que repetirte mil veces en la cabeza tus razones para pensar que el presente es mejor que el pasado, ya que sabes que mentira repetida mil veces se vuelve en tu verdad.
Algo así como que el catálogo de canciones que coinciden con el tono del recuerdo es asombrosamente más largo que lo que te imaginabas y no hay lágrimas sino sonrisas de medio lado, y otra vez a morderse los labios.
Algo así como leer un libro, que talvez no es bueno ni original pero te hace identificarte con el personaje sin importar raza, género, edad, religión o estado de madurez, solo por el hecho de que sus reacciones te las robaron a ti desde un principio.
Algo así como escribir mil palabras por minuto para definir lo indefinible, como pretender que al dejar que los demás lean esto me encuentren a mí en vez de buscarlos como en el siglo pasado.
Algo así como tener el teléfono a tu lado pero no saber la combinación exacta que hace que luego de dos biiiiips las palabras que encajan con tu sonrisa sean lo único que nuble tu mundo, como estar inspirado y no tener el tiempo de dejarlo salir y guardar todas tus emociones hasta este preciso momento cuando la inspiración original se fue de viaje.
Algo así como pasar todo el día esperando un mail mágico que detenga el tiempo porque reconoces el estilo y las palabras son el metalenguaje único de un determinado lapso de tu recurrente vida, y día a día sigues tachando el calendario y no llega el mail, y no puedes siquiera culpar al servicio de correos por inoperancia.
Algo así como tener un accidente solo por esperar el momento en que se te disculpa todo, por el hecho de la idea del fin, de esa motivación final, esa razón todo-justificable de avizorar el último párrafo de tu libro para llamar la atención de Ashara para sincerarte y pedir perdón con la confianza de que tus palabras tendrán mayor efecto en esas circunstancias y de paso recordar como pudo ser todo si simplificabas tu vida.
Algo así como tener un segundo sísmico, un rato non-plus-ultra de conexión profunda, inocente y sincera en que te preguntas en voz alta ¿será que la vida puede ser así siempre?
Algo así como permitir que la melodía de la vida no la recibas con los oídos sino con los ojos, porque te llega a los ojos, porque con esa canción son los ojos los que reaccionan con más fuerza que los oídos, porque los oídos no lloran.
Algo así como que el deseo antes de soplar una vela no sea para el futuro sino para el pasado, como querer despertarte cualquier día del 99 para volver a leer el cuento de tu vida y alterar el final, para tomarle el pelo al destino, aún así cometas más errores, pero te queda la satisfacción de demostrar que tu camino no podía sino llevarte a este preciso momento.
Algo así como una nota anti-suicida que te recuerde que aunque mueras tú, el amor no muere, sino que vive, en otro universo, en otra dimensión y en otra emisora, pero la vida es vida donde sea.
Algo así como guardarte un secreto a voces, de los que siempre tienes, de los que nunca ningún ser humano puede escapar, esconder algo en tu mente y delatarte con tus manos y tu rostro, tapar el sol con un dedo, una aguja en un pajar, vacas volando, paradojas, ironías y sarcasmos.
Algo así como cualquier cosa distinta a esto, por conformista o masoquista, limitarte a adorar las frases que en su momento detestaste, por X razón, y morderte los labios una vez más porque alguna vez eso funcionó.
Algo así como escribir aves con b grande, como querer cometer un error con el ánimo de sentir la adrenalina correr por tus venas y gritar que estas vivo y que en algún lugar se esconde tu error ortográfico, en fin, la motivación oculta detrás de las acciones y las razones psicológicas para preferir lo zarrapastroso a lo elegante.
Algo así como preferir el tigre a la chica, aún sabiendo que las dos opciones te matan de una u otra manera.
Algo así como querer que entiendas lo que no puedo decir.
Algo así como que tú y yo cambiáramos de puestos.
Algo así como voltear y esperar el cruce de miradas.
Algo así como volver a llorar luego de la sequía.
Algo así como una oración de súplica.
Algo así como la muerte misma.
Algo así como vivir para contarlo.