la gris

Caminé bajo tu cielo gris, cielo que escondió soles y estrellas pero la luna me sigue hasta el fin (o yo la sigo como un desesperado que se la perdió por mucho tiempo). De disrito en distrito dejándome llevar por las nuevas melodías aprendidas en ti. Y mi corazón azul brilló con cada sol.  Perdido ante una playa intocable, helada y pacífica. Desde tus cerros sin poder ver más allá y descubrirte toda. Tú, inmensa y diversa, la gris, la tímida. Y a ti volveré por tus sabores, por tus colores y tus miles de luces, por la planicie de tu cuerpo. Tú, orgullosa de lo que te pertenece. Y mis labios extrañarán el deseo de explotar por ti. Dejas en mí más que lo que pude dejar en ti...

Av. La Marina y Av. Universitaria