miércoles, 17 de septiembre de 2008

GROUP THERAPY

Hace pocas noches, entre tutumos con olor a anis y otros manjares, tuvimos una terapéutica sesión de música... Entre las joyas guardadas encontramos la que sigue, una auténtica declaración de odio, una necesaria nota suicida cuando ella da la vuelta (la introducción está como en la canción original, sabrán disculpar el lenguaje...):

INSTRUCCIONES PARA SALVAR EL ODIO ETERNAMENTE by Ismael Serrano
La mayor parte de las canciones de amor están llenas de mentiras... No todas, yo trato de ser honesto. Pero por lo general se suele decir lo que ella quiere escuchar para seducirla o yo qué sé... Claro, que ella no siempre está por la labor de creérselas... Eso es lo chungo, claro.

Pero quién no ha mentido alguna vez, ¿verdad? Muchas despedidas están llenas de promesas vanas, yo estoy seguro de que en algunas de ellas vosotros habéis mentido. ¡Que sí, no pasa nada! Estamos entre amigos, buen rollo. Quien no haya mentido, quien esté libre de culpa, que tire la primera piedra, pero que no tire a dar.

Sí, porque las despedidas tienen un protocolo que hace necesario mentir para no sentirse culpable o responsable del fracaso que supone que el amor se acabe. ¿Sabéis qué es lo peor del amor cuando se acaba? Que se acaba. Y aún así nosotros intentamos eludir la culpa y mentimos. Y seguimos mintiendo y somos capaces de ir más allá y decimos: "No te preocupes, si yo estaré bien", "Yo lo que quiero, lo que siempre he querido es que tú seas feliz, además el tío con el que te vas, es un tío del p--- madre". Y bueno, tú y yo sabemos que no es cierto... Es un pringao, joder macho. Y no van a durar ni dos meses, y más con el carácter que tiene ella.

Pero aún así decimos que es un tío que te cagas... O un “buen hombre”, que también jode lo suyo porque no se sabe lo que estás diciendo... ¿Buen hombre? ahí hay ritintín ¿verdad? No digáis nunca de mí que soy un “buen hombre” por favor, decid que soy un troncazo, enrollao, un pringui de la vida... un “buen hombre”, no.

Y nos estaremos preguntando si la llevará a los mismos sitios a los que te llevaba a ti,
si se dirán las mismas mentiras, si se enfadarán por las mismas cosas; y sí, lo que es peor, si se reconciliarán de la misma forma. Y te devanas los sesos preguntándonos qué ocurrirá y qué pasará, y en fin…

Pero ya está bien, si ella se va, cultivemos el odio, declaremos la guerra, porque, no sé, quizá nos sintamos mejor, aunque yo creo que no. Yo creo que como todas las canciones de amor está también está llena de mentiras.

Cuando decimos si ella se va..., lo que queremos decir es que si te vas, que no sea muy lejos ni por mucho tiempo.

Si ella se va no la perdones.
Si te deja cultiva bien tu odio.
Nunca seas generoso en olvido, si ella se va.
Si te deja no digas adiós
o "qué vamos a hacerle" , no pidas perdón.
No repases vuestras fotos
y, mirándole a los ojos,
regálale eterno tu odio.

Si ella se va no trates nunca de entenderla.
Maldice sus pasos.
Nunca creas sus despedidas, sus promesas, su explicación.
Y provoca llanto y dolor,
que queme su conciencia como el sol,
que el adiós le corte como una cuchilla.
No te confundas ella, es la asesina.

Porque cuando ella se va
alguien la esperará en la esquina.
En otros brazos reirá con otras mentiras,
dirá "Te amo, cuánto tiempo te he estado esperando".
Y te olvidará, todo habrá muerto,
y aquel otoño nunca habrá sido vuestro.
Para qué mentir, que ella se lleve,
aunque dure poco, tu odio para siempre.
Talvéz sea la forma de sobreponerse... Comentad...

4 comentarios:

Daniel dijo...

Es cierto que para las despedidas existe un protocolo. Uno llora, recuerda, se pregunta "por qué" y todo eso. Supongo que no todas las veces, son sinceras nuestras reacciones (hay que poner un poquito de drama, quizá por diversión). Así como tampoco, son siempre ciertas sus lágrimas cuando le está diciendo: "debemos terminar" (quizá también por diversión).
El hecho, es que yo como individuo no salvaría el odio, entre otras cosas, porque me parece algo más de ese "drama inventado" sólo para sufrir por pura diversión. Quizá no tenía más nada que hacer, es decir, antes "amaba a una mujer" y una vez que se va y pierde el sentido, escoge la opción inmediatamente contraria: Odiarla.
Me gustaría ver qué pasa cuando se pregunte qué tan cierto es su drama. ¿Lo hace por el qué dirán? (p.e: "viste? éste decía que se moría por María que no podía vivir sin ella... cuando terminaron ni una lágrima" ) ¿De verdad lo siente?. =) Yago y yo, pues... jaja.

pd: Adjunto la respuesta a tu comentario en mi blog:

"Pero es que de eso se trata. El hombre que pierde la cualidad de adular por miedo o la mujer que reconoce al adulador a 100 mts de distancia; eso es consecuencia de todas sus relaciones enfermizas y todo lo que han "aprendido" de ellas. Y sí, mientras no superen el miedo, creo yo, estarán condenados a la soledad; de la misma forma que una persona por temor a que la "maten" en la calle se encierra en su casa.
Lo que intentaba resolver es que el común de las personas funcionan así: Adulación y respuesta. Es HORRIBLE hablar de funcionalidades cuando se habla de relaciones humanas, pero es que no encuentro otra.

pd: By the way, yo hacía énfasis en la etapa del cortejo no por casualidad. Si alguno consiguiese empezar una relación con alguien y le funcionó lo que dije, ya de ahí para allá es su responsabilidad... jajajajajajaja xD "

ABSUM dijo...

El recurso del drama... Eso es genial! Hacer del momento tragicómico un acto recreado, como si pudieras ver tu escena de rompimiento desde las butacas. ME HA PASADO!!! (Obviamente como película de bajo presupuesto eliminando el erotismo... jejeje). Sí, muchas veces son situaciones controladas, sin decir que estén bien o mal, son simulacros...

Ahora, salvar el odio... A veces es una herramienta psicológica. He pasado por la situación de revivir el odio, no por placer, sino como una forma de autocompadecerme. En otras, la indiferencia es una forma de representar el odio no como sentimiento de remordimiento, sino como reacción igual pero opuesta.

El lío al terminar una relación es de tiempo y espacio. Me explico, de tiempo porque derepente el día se vuelve más largo, porque ya no lo llenas con su presencia, con llamadas telefónicas, con el tiempillo de arreglar detallitos para ella, etc. De golpe el día se vuelve aburrido y la noche eterna (como en mil canciones y poemas). Eso es desocupación sentimental... RESPUESTA: Inviertelo con tu familia, con tus panas, con Dios, etc, etc...

Por otro lado, la ciudad se duplica de tamaño. Todos los lugares son demasiado lejos. O en el peor de los casos cada lugar te revive una historia lo cual es peor, eso es desocupación mental! Jeje... RESPUESTA: Sal, descubre nuevos caminos, nuevos escondites, nuevos ambientes... Y, pardiez, no visites los lugares descubiertos con la que fue...

Esos dos factores provocan frustración. Y ante ese tipos de estímulos no comfortables uno prefiere culpar a otro. Y adivinen quién suele llevar la culpa... Ella? NOOOOO... En esos momentos uno encuentra que la respuesta más lógica es UNO MISMO. "No te confundas, ella es la asesina".

Sueño con el día en que los rompimientos sean algo asi como:

EL: Sabes, esto no funciona. Gracias pero estamos mejor cada cual por su lado.
ELLA: Es verdad, yo pienso lo mismo. Entonces, ahí nos vemos.
EL: Un gusto conocerte, adiós.
ELLA: Adiós, ¡suerte!

Y cada cual se levanta, camina con destinos opuestos y son felices, sin remordimientos ni heridas.

¿¿¿No sería un mundo más feliz???

Anónimo dijo...

estoy pensando en como será la despedida...aun no tengo ideas...si llorar o prometer...si dejar que solo llegue el momento...no creo que se trate de odio, creo que se trata de resguardarte de lo que puede pasar...eso si ya nada será igual. me gustaría saber como es el adios difinitivo o el hasta luego que nunca llegará. creo que lo lindo de todo son los recuerdos y los momentos inolvidables que dejas en las personas. creo que cada palabra, cada gesto, cada caricia, cada beso, cada cosa te traera a esa persona a tu cabeza y nunca la olvidaras porque sabes que fue especial .

si es una buena terapia o tactica alejarte de los lugares frecuentados.
es una buena tactica el decir "fue un placer conocerte"...si eso fuera asi la vida y el mundo fueran mas fáciles...pero nooooo....algo de dolor debes tener, asi es como funciona...una huella debes tener.

es as divertido de lo que pensé...
solo deja que llegue el momento que tenga que decir adios...y te cuento como es...si se encuentra motivos para mentir y para odiar.
o solo deja que encuentre un pretexto para nunca decir adios...solo hay dos decisiones...dos caminos...ahora hay que descubrir cual es el mejor y mas seguro...aunque no te traiga la mas grande felicidad...

solicito su respuesta..
Saludos,
anonimo

ABSUM dijo...

La felicidad la trae uno, es decisión, no es consecuencia de los hechos. Claro, en el mejor de los casos.

Hmmmm... Para el adiós hay tantos distintos libretos, y algunos los he vivido, los suaves y los duros. La idea es aprender de ello y en caso de que llegue un siguiente adiós saber que se entrega y que se guarda.

Otra vez, la idea del odio, me sigue sonando a mí más simbólica que de hecho. Siempre se debe culpar a alguien, muy pocas veces asumimos nosotros mismos la culpa sinceramente... De ese sentimiento de culpabilidad srge el "odio", no como deseo de matar a lotro (aunque puede pasar...) sino como un no la quiero volver de nuevo.

Por último y como consecuencia, decir adiós es bueno. Cuando se llega al momento en que nada resulta, lo más positivo es decir "Nice to know you, goodbye". Y luego aprender de ello, corregir lo que se deba y afinarnos para la proxima... Al menos eso pienso yo! Y créeme que he aprendido bastantito...

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