Nuevamente me vierto en palabras para desligarme de mí mismo. El efecto de sentir la ciudad más grande y el tiempo más lento se intenta apoderar de mi razón. Adaptarse al nuevo estilo y mantener la cordura. Nunca entenderé tus condiciones ni tu mis situaciones. Vuelvo a recitarme los "yo me lo busqué" y los "sácame de aquí" para dejar de dar vueltas a las palabras soltadas. Envidio a los que pueden resolver las necesidades pragmáticamente, tiendo, aunque no lo puedas creer, a ser axiológico. No desespero porque en el fondo todo tiene solución. Aunque la decepción y el pesimismo aniden en mi cabeza con mayor frecuencia conforme pasan los años, sé que el fin no es antecedido por estas palabras. Pero sí los errores se vuelven carne en mí y cada vez menos fáciles de perdonar. Vivir con esas voces en mi cabeza es una tarea de gran concentración; borrar las imágenes que adornan mis anhelos es imposible. No te invitaré jamás a sentir el peso del mundo, mi mundo, sobre los hombros. Solo puedo decir que soy una mejor persona ahora gracias a tu intervención, incluso los defectos que solo tu subrayas. Mi redención está pronta a aterrizar y solo espero que puedas volver a ver en mis ojos lo que alguna vez imaginé pudiste ver para causar una sonrisa y no indiferencia. ¿Estarás ahí?
"...de tripas corazon"
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