Aviéntame
A la condena de tu ausencia
A la ambiguedad de tu sonrisa
Sacúdeme
Con la incredulidad de tu cariño
La inseguridad de tu mirada
Empújame
Al abismo de tu inocencia
Al paraiso de tu adios...
Porque no soy nada
Ni presente, ni futuro
Ni silencio, ni murmullo
Nada
Ni vacío, ni susurro
Ni herida, ni orgullo
Aviéntame
A la celda de tus pasiones
Al oscuro olvido de tu mente
Arrójame
Por el borde de tu cuerpo
A la demencia de tu deseo
Despójame
Del cruel recuerdo de tus labios
De cicatrices y mil pecados
Atraviesa con tus dedos
La espesa niebla que no libera
Rasga el velo y la ceguera
Haste uno con mis miedos
Aviéntame
Al dulce encuentro en esa cita
Inevitable con mi destino...
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